.........Por contra, también hubo quienes, al estilo de aquellos fariseos bíblicos que se limitaban a la superficialidad de la letra de la ley, se rasgaron las vestiduras en nombre de la sacrosanta "tradición", olvidándose tanto del saber popular de que "todas las tradiciones empezaron un día", como de la acertada definición de Menéndez Pidal de que
"tradición es lo que vive en las variantes".

.........Pero vayamos a los orígenes, recordemos, una vez más, la línea argumental sobre la que aquellos esforzados bilbaínos del siglo diecinueve, allá por 1867, establecieron las bases para la celebración de las "Fiestas de Agosto", de las que ha derivado nuestra actual Aste Nagusia, y encontraremos la pauta a seguir.

.........Como es sabido, la fiesta "mayor" de Bilbao se celebraba coincidiendo con la festividad religiosa del Corpus y su Octava, "con bailes y música, corridas de toros y salida de los Gigantes y Enanos " (que es como, en el Bilbao de aquellos tiempos, se denominaba a los Cabezudos). Y no es sino hasta 1867 que la Junta Provincial de Agricultura, Industria y comercio, propone organizar una feria anual, acompañada de diversiones públicas, al igual que las que ya tenían en otros pueblos y ciudades, eligiendo para ello el mes de agosto, en coincidencia con las Corridas Generales de Toros que venían celebrándose desde 1756.

........."Lo suave y apacible del clima de este país, y ser la temporada en que se acostumbra en España a tomar baños de mar, atraen en dicho mes -agosto- muchos viajeros a la costa cantábrica y cómo a esto se agrega que el labrador no tiene que hacer trabajos que le retengan diariamente en el campo, cree la Junta, apoyada en lo que deja expuesto, sería más conveniente fijar los días entre los des mel de agosto para que tenga lugar la feria . . ." Reza el informe de la Junta, que resulta determinante, tanto para el organismo proponiente, como por el fin perseguido.

......... Luego, la primera propuesta de organizar unas fiestas populares en agosto, surge como una iniciativa de carácter comercial y turistico, y con el loable propósito de conseguir la mayor asistencia de público posible. No se trata, pues, de conmemorar a santo o virgen de los cielos, ni ningún tipo de acontecimiento histórico terrenal. Y de hecho, tan solo se recurre al santoral para no coincidir con la conmemoración de la Virgen de Agosto, la Asunción, establecida el día 15, "por ser esta una fecha en la que ya se celebraban ferias y fiestas en numerosos lugares", y fijar el inicio de las bilbaínas fiestas de agosto en el domingo posterior.

.........Un principio clarividente, que acabó imponiéndose a la oposición inicial del Ayuntamiento de la Villa, que en la sesión ordinaria del 5 de julio de 1877, y a propuesta del nunca bien ponderado alcalde don Pablo Alzola, acordó nombrar una Comisión, compuesta por los señores concejales: Sevilla Azolaza, Arriaga (Emiliano) Camiño Landín, Garamendi y Picaza, a los que se encomendó que "poniéndose de acuerdo con las empresas de espectáculos públicos y utilizando los demás medios que juzgasen oportunos, y con la mayor economía posible en favor del municipio" organizaran lo que podríamos considerar como las primeras "Fiestas de Agosto" bilbaínas, que finalmente tuvieron lugar del 18 al 21 de agosoto de 1878.

.........El objetivo marcado por la Junta de Comercio del diecinueve: conseguir atraer a las fiestas de Bilbao al mayor número de público posible, no nos parece que difiera mucho del objetivo a conseguir hoy en día, y aún con mayor razón si cabe en una sociedad como la nuestra que ha dejado el sector industrial para encuadrarse en el de servicios. Y en tal sentido deberemos orientar nuestras acciones.

.........Buscaron ellos las forma de librar las labores del campo y evitar la coincidencia con el 15 de agosto, en el que ya había mucha "competencia", para fijar las fechas de celebración de las fiestas. Pero lógicamente, no pudieron tener en cuenta los viajes de vacaciones estivales, una costumbre hoy en día generalizada, que en aquel entonces era prácticamente inexistente, a la que nosotros deberemos dar respuesta para garantizar la mayor asistencia posible y evitar las ausencias que el "indeseable" solapamiento con la primera quincena de las vacaciones agosteñas puede ocasionar, sin tener ningún tipo de miedo escatológico a tener que decidir, si llegara el caso, que las fiestas de Aste Nagusia de Bilbao se celebren siempre en la última semana de agosto.

.........Aunque probablemente, lo más conveniente para evitar divagaciones y marcar puntos de referencia fiables, sería que algún organismo equivalente a aquella perspicaz Junta de Comercio, (quizá la Cámara de Comercio) se efectuara un estudio pormenorizado, y por sectores, del impacto económico de las fiestas de Aste Nagusia, teniendo en cuenta todas sus variables.

.........Por último, volviendo a los trabajos desarrollados por aquella primera comisión de fiestas del siglo diecinueve, y a la vista del abultado expediente del archivo municipal, repleto todo él, de noticias interesantísimas, cabe destacar los esfuerzos que, con el mismo fin de atraer visitantes a nuestra Villa, realizaron para dar a conocer las incipientes Fiestas de Agosto de Bilbao en todo el Estado. Aspecto este, el de la promoción exterior, en el que nuestra Aste Nagusia está poco menos que en pañales, como lo testimonia el informe elaborado apenas hace dos años por la oficina de Bilbao Iniciativas Turísticas (y en concreto por KPMG Consulting) en el que se refleja que tan solo un exiguo 6% de los visitantes registrados dicen haberse enterado de la existencia de las fiestas de Aste Nagusia por los medios de comunicación o algún tipo de publicidad.

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Extraido del Programa Oficial de Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao